jueves, noviembre 30, 2006

ACRIBILLADOS CON AMOR Y ROCK & ROLL!!!



Sin duda lo que vi y escuche esa noche del miércoles 29 en el Arlequín, ha sido de lo mejor en el año, y va a quedar el recuerdo grabado en mi memoria por mucho tiempo, algo así como para toda la vida, já!! qué curioso,(hago un paréntesis) hace unos cuantos días (vísperas de hallowen) iba con mi primo Willy en un colectivo rumbo a Crabs y hablábamos de lo que podría considerarse como lo más importante del año en todas las materias y eventos, razón por la que nos vimos discutiendo y maldiciendo la suerte de otro año lleno de barbarie e injusticia para los pueblos que habitan en Irak, de cuando se va a acabar tanta mierda con los americanos, un poco sobre el mundial de fútbol, de doce
segundos de oscuridad, de Tinta Roja, de Prueba y Error, de lo que sería el concierto de Joaquinito en Bogotá… en fin, muchas cosas, pero como sabiamente lo decía Willy “el año no se acaba todavía, quedan cosas interesantes por venir” o algo así.
Y una vez más el muy pingajo tenia razón, no hablamos de Pala ni de su nuevo álbum, aún no conocíamos del concierto que nos ofreció Andrecito (mi primo querido) en el Tecal, de lo hermoso que fue el concierto y la noche de Joaquinito, del toque de los Almaparlantes en la media torta y el orgullo de ver el empeño y el aporte de esos locos, inquietos y con alas convertido en una escopetarra y expuesta ante los ojos del mundo en los pabellones de la ONU, del equipo de la equidad campeón de la primera b!!!, de las noches cantervillianas, de lo que se ve abajo, de Aznar en Bogotá, y un poco sobre todo, lo que fue ser testigos del fortalecimiento de algunas relaciones entre nosotros que luego se hicieron bellas, profundas e incondicionales.


Inevitablemente vuelvo a hablar de ese concierto que me arrancó lágrimas de alegría y nostalgia en el Arlequín.
Bueno, tengo deseos enormes de contarles lo que siento y no me mueve otra intención que plasmar, el afecto, el cariño, y el respeto que siento por ese mono querido al que le decimos “Pala” y ofrezco mi versión, algunos encuentros con él, impresiones, emociones del día del concierto entre otras cosas .Vuelvo a ese día y advierto que mi escrito sube y baja y cambia las imágenes, corre, para, se pierde, porque así escribo yo, mejor dicho escribo como hablo y los que me conocen saben que soy más enredado que un saco de anzuelos y que tengo serios problemas de comunicación, por ejemplo esto que les cuento debería estar al inicio, o no?, jajaja!!!
En fin, les apunto acorde me voy reencontrando con ese momento y los otros momentos. Estaba muy ansioso desde que empezó ese día, solo quería que llegara el momento, estuve muy impaciente y contento porque sabia que tendría una preciosa recompensa al llegar la noche, me acordé de lo bien que la pasamos el día que hicimos el videoclip del primer sencillo del disco, y ahora también recuerdo el picadito de fútbol después del almuerzo, de lo contento que estaba Danielito, de las monerías en la silla de atrás de la camioneta, de la pareja de amigos que se besaron toda la tarde, de Leo Carreño diciéndolos qué actitud sirve para esta toma, que le pusiera el brazo a la niña con confianza, ó, aquí ponga cara de yo no se qué, que esta toma no va, que la volvamos a hacer, que no están en el foco, y la Bárbara, Bárbara con su cámara atrapando e inmortalizando todos esos momentos, el episodio bonito ese en el que Pala nos contaba que un sobrinito suyo creía que las vacas eran negras porque no tenían nubes, es decir que les faltaba el color blanco, o algo así, de las risas, de la emoción, de Willy preguntándole a Pala por las expectativas del video, hubo tiempo hasta para escuchar las aventuras de Pala pasándose por epiléptico en el ejercito, jajaja!!!, de los ojos hermosos de Fernanda (la niña que aparece en el video).
Cuide y planeé todo porque no quería imprevistos que me hicieran llegar tarde a la cita de PALABRAS, otro hijo hermoso de la muy querida Piedad que es el amor, la bondad y la ternura en piel de mujer y ese mono querido, terminé mis labores lo antes posible, no dejé tiempo para nada más, recibí un mensajito diciéndome que me esperaban lentejitas con arroz en la casa, que las llaves estaban con el portero, que esperaba al primo en la casa de Sandrilita.
También recuerdo y les quiero contar un poco de las noches en Canterville, al calor que produce la estreches del lugar, la buena música, a Pala diciendo que canterville no existe, que es un holograma, que estábamos en una dimensión desconocida, de la fotos (nuestro deporte nacional), de los sonetos, de la poesía, en fin de los buenos momentos que fueron cómplices a la hora de forjar esa bonita amistad que nos une a todos.

Empieza el concierto quiero un gol!!, con toda la energía, y Richard Narváez… huash!! increíble, grande, imponente, fuerte con esas guitarras, toda la banda sintonizada, temía un poco que no se entendieran las letras de las canciones y que la gente que asistía a ver a Pala por primera vez se perdiera del mensaje, pero no fue así, se escuchaba fuerte y claro, las luces de colores, el efecto con las cámaras de humo, Pala en el centro del escenario acribillándonos con amor y Rock & Roll, Sandrilú de mi mano pendiente del toque, yo veía a los primos en la segunda fila saltando, gritando, batiendo los brazos al ritmo de la música, extasiados, y extasiado yo también, de la emoción y cuando llegó el turno de esa hermosa canción que se llama es esto vale todo, no pude contener el llanto, y lloré como casi nunca, como un niño, los que no conozcan esa canción no creo que puedan comprender y me queda muy difícil explicar, Sandrilú, cuidadosamente acaricia mi mano y mientras lo hace me deja un pañuelito.

El concierto transcurre, aunque siento que el tiempo se pasa muy rápido, y en algún momento Pala, agradece a sus amigos y habla de Andrecito, del Gran Andrecito Correa, de Danielito, de Willy y de mi. Es algo que también le agradezco, porque el placer ha sido todo mió, ahora sentado aquí frente al computador, solo puedo sentirme orgulloso por contar como a mis amigos a los mejores seres humanos que me encontrado por azar en esta vida, a los más increíbles músicos que en sus canciones me hablan de amistad, amor, de Colombia, de la Caracas, de Bogotá.

Terminó el concierto y luego de tanto buscar la billetera de mi primo Andrés Pérez “Wolf” sin haberla podido hallar, me encuentro con Pala a la entrada del teatro y me da un abrazo gigante y fuerte como los que solo él sabe ofrecer, le digo casi gritando muy emocionado, eufórico, orgulloso y satisfecho que ese concierto fue lo mejor, que estuvo una chimba!!!, él diciéndome “Dieguito que chimba hombre, estoy muy contento” y repitiendo el abrazo un vez más. Me vuelve a decir que se siente muy contento.

Sé bien que se me escapan algunas cosas y van a quedar sin ser contadas, aunque sé también que no es la última vez que voy a hablar del Mono querido.
Y ya!!
Fuser!!